Barnes International presenta esta exclusiva propiedad que combina historia milenaria, entorno natural privilegiado y una ubicación estratégica a solo una hora de Barcelona. Una masía con carácter de castillo, rodeada de naturaleza, privacidad y vistas impresionantes, ideal como residencia exclusiva, proyecto turístico o finca de recreo de alto nivel.
Con 166 hectáreas de terreno privado, la finca ofrece un paisaje de gran belleza y variedad: bosques, campos, colinas, jardines y un lago natural con embarcadero y salto de agua. Todo ello crea una sensación de amplitud, tranquilidad y conexión total con el entorno.
Una residencia con más de mil años de historia
El núcleo central de la propiedad es una masía con orígenes en el siglo X, una construcción de gran valor histórico y arquitectónico, ampliada en el siglo XX con una estética modernista de inspiración burguesa. El resultado es una casa elegante, sólida y con gran presencia, en perfecto equilibrio entre historia y confort.
En su interior, destacan elementos arquitectónicos originales como vitrales artesanales inspirados en Wagner, techos altos, espacios amplios y detalles únicos propios de una residencia señorial. Todo ha sido preservado con atención al detalle y respeto por la autenticidad del conjunto.
Edificaciones complementarias
La propiedad dispone de múltiples construcciones auxiliares, distribuidas de forma estratégica dentro de la finca. Entre ellas:
Dos apartamentos turísticos, totalmente independientes y con licencia turística en vigor, ideales para huéspedes o como fuente de ingresos directa.
Una vivienda tipo dúplex de construcción más reciente, con cocina abierta, salón-comedor, dos dormitorios y dos baños. Perfecta como alojamiento adicional para familiares, invitados o gestión del lugar.
Una iglesia, no catalogada como capilla.
Dos grandes cocheras, con espacio para hasta 8 vehículos.
Sala multifuncional con múltiples posibilidades de uso: eventos, talleres, reuniones o actividades culturales.
Zona de barbacoa y chill out, pensada para disfrutar al aire libre.
Casa del masovero, de aproximadamente 70 m².
Además, dentro del conjunto se conservan numerosas construcciones agrícolas y auxiliares que refuerzan el carácter y la historia de la propiedad: antiguos gallineros, cobertizos, pajares, trasteros, almacenes, tinas, casetas de herramientas y un colmenar. También incluye una escuela original y una rectoría de tres plantas en estado de ruina, con opción de restauración.
Una inversión en calidad de vida
Vivir en esta finca significa disfrutar de espacio, privacidad y naturaleza sin renunciar a la proximidad de una gran ciudad. La conexión con Barcelona es directa y cómoda, lo que permite combinar perfectamente la vida tranquila en el campo con la oferta cultural, gastronómica y profesional de la gran ciudad.
Contar con un entorno natural como este —aire puro, silencio, vistas abiertas y sin vecinos a la vista— a solo una hora de una ciudad como Barcelona, convierte esta propiedad en una alternativa única tanto para quienes buscan residencia de alto nivel, como para quienes desean invertir en un enclave singular con proyección internacional.