Construido a finales de los años 80 por dos investigadores universitarios con la visión de crear un espacio fusionando el paisaje y el silencio para proporcionar confort, este chalet se erige como un refugio tranquilo entre Sant Joan de les Abadesses y Olot, a escasos 4 km del centro urbano. Su ubicación en un entorno discreto y aislado, pero no solitario, a la que se llega desde una pista forestal, ofrece vistas panorámicas rodeadas de prados y bosques, sumergiendo a sus residentes en un entorno de silencio y tranquilidad.
Esta casa de 495 m² está construida sobre una parcela de 6 hectáreas, de las cuales 1000 m² corresponden a su cuidado jardín, con rosas de más de 30 años de vida. La vivienda se eleva sobre un sótano que cumple la función de trastero y protege contra la humedad, asegurando una ventilación óptima. Distribuida en tres plantas, está construida con materiales de alta calidad y cada detalle ha sido cuidadosamente considerado.
Actualmente, cuenta con 4 habitaciones para 8 personas, 3 baños completos, una amplia sala de estar-comedor en la planta baja, una biblioteca en la primera planta y un amplio espacio de reuniones con una pequeña sala para meditación en la segunda planta, además de un área blindada para una habitación de pánico y otros aspectos de seguridad, que incluye un sofá cama con nido en caso de ser necesario. El precio incluye además todos sus muebles y electrodomésticos, por lo que esta lista para entrar.
Situado en un entorno apacible, rodeado de montañas y atravesado por un pequeño río, este lugar ofrece una experiencia tranquila y cercana a la naturaleza. Está estratégicamente ubicado cerca de la "Ruta del Ferro", con vistas al majestuoso Canigó y Pedraforca, a 1 hora de la Costa Brava y a 35 minutos de las pistas de esquí. Ideal para actividades al aire libre como senderismo, tiro con arco y paseos a caballo. Las instalaciones están diseñadas para satisfacer a un público exigente, ya sean empresas que buscan realizar actividades formativas tanto en interiores como al aire libre, o particulares que disfrutan de la tranquilidad y las posibilidades que ofrece este espacio. Con 60.000 m² de terreno rústico, hay una amplia flexibilidad para crear diversas áreas polivalentes, desde carpas al aire libre hasta circuitos de actividades y áreas para equitación, con caballos para los caminos que rodean la finca.
Además, la propiedad cuenta con licencia de uso turístico y la posibilidad de una ampliación de hasta un 40% (200 m² adicionales), lo que la convierte en una excelente oportunidad para desarrollar una actividad comercial, y se pone a la venta por falta de relevo generacional y por traslado profesional de sus propietarios.
Esta propiedad se presenta a través de:
Jordi MERCADER
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